En este libro que ahora acoges en tus manos, ese legado espiritual, esa arma que es la más poderosa del mundo, ese cemí nuestro de cada día, ésas que denominamos palabras son proclamadas como verbo hecho carne, pasión y angustia. Y son también fuerza apocalíptica profetizada y prometida a través de la cual el Esperado habrá de venir con su espiga sementera / a conjugar los tiempos de la guerra. / Vendrá con la levadura del consuelo / a perdonar los desaires del silencio. Porque como bien proclama el autor de estas páginas: Su voz de trueno en el día claro / reclamará el poder renunciado / y ante las ruinas de los imperios / será invencible / como el sol de la mañana. Porque después de todo en el principio fue el Verbo y al final el Verbo brillará por sobre todas las cosas. Luz Nereida Pérez