La Profesora Ludim Díaz Aponte nos transporta en un viaje al pasado, al Puerto Rido de mediados del siglo 20, de la mano de una niña, adolescente y joven que lo vivió: ella misma.  Estampas de mi campo en mi Puerto Rico de ayer es un relato íntimo de una época que poco a poco se ha ido olvidando en el Puerto Rico de hoy.  Llenas de detalles de tradiciones, costumbres y oficios del día a día, estas páginas provocan rehacer lo que narran.  Resulta sorprendente y refrescante ver cómo esta lectura ilustra la vida rural de hace más de sesenta años, y a la misma vez, salpica el presente y despierta el deseo de revivir muchos de los conocimientos y dinámicas de aquella época.  Es una lectura que atrapa de principio a fin por su calidez; enamora y provoca releer y buscar en sus páginas a nuestros propios parientes, conocidos personalmente o a través de anécdotas familiares.

Estampas de mi campo en mi Puerto Rico de ayer nos regala los recuerdos de una vida en el contexto de una isla joven de gente trabajadora y creativa, sufrida y bendita.  Su autora nos da acceso a un aspecto de la historia de Puerto Rico desde una ventana personal que abre al lector, y de paso reafirma la identidad puertorriqueña que, desde sus orígenes, está atada a la tierra y al campo.